El formato del desgarrador testimonio de la hija de Rocío Jurado se asemeja a la entrevista del príncipe Enrique y Meghan Markle, pero Telecinco insiste en conectarlo con un género cuyas reglas no respeta.
Rocío. Contar la verdad para seguir viva cuenta con un título propio del melodrama, una melodía propia del melodrama (Tout l’Univers, la balada que representa a Suiza en Eurovisión 2021) y un lenguaje visual y narrativo propio del melodrama. Pero Mediaset lleva casi una semana promocionando como una serie documental lo que en realidad es una gran exclusiva de la prensa del corazón. Las primeras e impactantes declaraciones de Rocío Carrasco sobre el conflicto legal que ha provocado que no mantenga desde hace años contacto con sus dos hijos se mostrarán en la cadena por entregas.
Sus palabras han despertado la reacción de la ministra de Igualdad, Irene Montero, que ha definido en su cuenta de Twitter el testimonio de Carrasco como “el de una mujer maltratada”. Más de la mitad de los 10 temas españoles tendencia en esta red social en la noche del domingo hacen referencia a esta entrevista. También ha comentado lo ocurrido en el programa Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE.
Aunque impactante y desgarrador, el material visto en los dos primeros capítulos emitidos de forma inconexa este domingo, intercalados con un debate entre colaboradores habituales del canal, se compone en su gran parte de declaraciones de su protagonista y de vídeos de archivo que la cadena lleva años usando. La serie muestra por vez primera algunas pinceladas de informes médicos y legales cedidos por Carrasco para apoyar su minucioso relato, pero, hasta el momento, se asemeja a un formato más cercano a la reciente entrevista del príncipe Enrique y Meghan Markle a Oprah Winfrey que a un documental.
Los responsables de Rocío. Contar la verdad para seguir viva han optado por no contrastar lo contado por ella invitando a hablar a la otra parte del conflicto, Antonio David Flores y a su hija Rocío Flores. Tampoco participa en estos primeros minutos ni una sola de las muchas terceras personas mencionadas por Carrasco. Su exmarido, colaborador habitual de Telecinco, aseguraba esta misma semana no haber sido consciente de la existencia de esta serie hasta que se emitió su tráiler promocional. De esta forma queda abierta la posibilidad de que sus reacciones puedan verse, también por capítulos, en otros programas de la cadena. La decisión sigue la exitosa estrategia de retroalimentación de Mediaset, que tiene colocados a familiares del clan Jurado-Ortega Cano en casi todos sus magacines.
Lo que sí ha logrado la entrevista es trascender el mero comentario de crónica social y generar conversación en torno a temas como la salud mental y la misoginia en los medios de comunicación masivos.
La nueva televisión, la liderada por las plataformas digitales, intenta en los últimos años dar empaque bajo el término documental a información propia de las revistas del corazón y de la sección de sucesos, sin respetar las normas del género. Netflix ofrecía en 2019 una denominada serie documental sobre el caso Madeleine con morbosas reconstrucciones y otros elementos narrativos propios de los programas de sucesos amarillistas de la década de los noventa. Ese mismo año los medios recurrían al término para definir En el corazón de Sergio Ramos, un espacio de Amazon Prime Video que muestra por entregas la vida íntima y familiar del futbolista y de su esposa, Pilar Rubio. Más cercano al formato de Las Kardashian y Las Campos, se trata de una versión audiovisual de los extensos posados fotográficos que publica la revista ¡Hola!.
“Esa democratización también supone un riesgo: que la gente no sepa distinguir entre lo que es cine documental y lo que es un reportaje televisivo”, advertía a este periódico días antes de los Goya la cineasta Paula Palacios, cuya cinta Cartas mojadas ha sido candidata a mejor documental en la edición 2021 de los premios.
Telecinco ya ha camuflado antes entrevistas del corazón en otros de sus formatos. Los reality shows han servido a la cadena como subterfugio para contar con los testimonios inéditos de personajes que nunca han accedido a conceder una entrevista en exclusiva para su programa de corazón estrella, Sábado Deluxe. Con esta fórmula Mediaset ha ofrecido las intervenciones de la propia Rocío Flores hablando sobre el conflicto con su madre, además de las de Isabel Pantoja y Edmundo Arrocet, entre otros. Sus palabras se han ofrecido troceadas a lo largo de los meses, en las diferentes galas de Supervivientes, en vez de ocupar un único prime time de los sábados, y sin necesidad de que sus protagonistas se convirtieran de forma oficial en entrevistados de Sálvame.
El mal uso del término documental en muchos contenidos televisivos conectados con celebridades, que a su vez alimentan al resto de medios de comunicación que se hacen eco de ellos desvirtuando también el significado de esa palabra, ha despertado el debate en torno a algunos de estos títulos. Es el caso de Allen v. Farrow de HBO, que a pesar de su título prácticamente solo ofrece una versión de los hechos, la de los Farrow, en su enconada batalla con Woody Allen. La revista especializada en el sector audiovisual Variety ha destacado su “naturaleza parcial” y The Hollywood Reporter sus “elecciones cuestionables” y no ser “tan minucioso con las refutaciones cuando se trata del otro lado”.
En esa misma línea, ha recibido críticas Leaving Neverland, cinta con testimonios sobre los presuntos abusos sexuales a menores cometidos por el cantante Michael Jackson. Pero los medios de comunicación han hecho amplia cobertura de sus estrenos sin cuestionar en la mayoría de las ocasiones si cumplía con las obligaciones del formato.
Un ejemplo de un contenido conectado a un personaje famoso que sí respeta las pautas del género documental es el reciente Framing Britney Spears, creado por el periódico The New York Times. El punto de partida es similar al programa dedicado a Rocío Carrasco en Telecinco: la batalla legal entre la protagonista y su padre. La producción no cuenta con las declaraciones a cámara de ninguna de las dos partes, pero encuentra un enfoque al que puede serle fiel, centrándose en la campaña en redes sociales #freebritney. Orquestada por los admiradores de la cantante, esta maniobra viral intenta que James Spears deje de ser su tutor legal y que ya no pueda tomar todo tipo de decisiones en su nombre. La serie, además de ser didáctica, explicando al espectador términos legales, recopila un buen número de declaraciones actuales e inéditas que ayudan a narrar la polémica. Una de las mejores amigas de la estrella del pop, ex asesores legales, agentes, bailarinas, paparazzis y empleados de su discográfica aportan nuevos y diferentes puntos de vista. La producción también muestra imágenes de archivo poco o nunca vistas.
Telecinco ha programado las primeras entregas de la serie Rocío. Contar la verdad para seguir viva compitiendo con Mi hija, el exitoso culebrón turco de Antena 3. Por el momento, se desconoce cuándo seguirá emitiendo los siguientes capítulos con más declaraciones inéditas de Rocío Carrasco.