La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) detuvo el miércoles durante 25 horas a dos periodistas y dos activistas de derechos humanos en el estado venezolano de Apure, fronterizo con Colombia, a donde se habían trasladado para informar sobre el conflicto armado que se inició el pasado 21 de marzo entre varios grupos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). A los corresponsales de NTN24 les habrían obligado a borrar el material audiovisual recopilado, y desde las 17 horas (23.00 hora española) se perdió comunicación con Rafael Hernández y Luis Gonzalo Pérez, según informó el medio, que tiene una oficina en Caracas, y cuyo contenido está disponible en Venezuela por internet.
Los periodistas venezolanos, que trabajan para la televisión colombiana NTN24, viajaron desde Caracas al lugar para cubrir los combates armados. Mientras que Juan Carlos Salazar y Diógenes Tirado, pertenecen al equipo de Fundaredes y se encontraban en Apure haciendo seguimiento a la situación. Todos quedaron detenidos durante 25 horas por supuestos funcionarios de la Guardia Nacional.
Rápidamente, los trabajadores de la prensa comenzaron con una campaña masiva para denunciar la detención de los cuatro hombres, y recordaron que el trabajo de la prensa durante conflictos armados está amparado en el Derecho Internacional Humanitario. La denuncia por las redes sociales llegó a cuentas del Ministerio Público y también a las de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Michelle Bachelet; la de Human Right Watch y la OEA.
En un comunicado emitido antes de que se conociese su liberación, Fundaredes denunció que perdieron la completa «comunicación con ellos desde el momento de la detención. Desconocemos en qué estado se encuentran y dónde. Exigimos al Estado venezolano garantizar la vida e integridad de estos venezolanos que cumpliendo con su labor y hoy se encuentran en condición de desaparecidos. Llamamos a los organismos de protección universal e interamericano a estar alertas frente a estos hechos en un contexto de conflicto interno, entre las fuerzas armadas y grupos armados irregulares FARC».
En once días de conflicto en la frontera colombo-venezolana se han registrado una veintena de heridos y dos oficiales del Ejército venezolano muertos. Además, la cifra de desplazados hacia Colombia ha superado las 6.000 personas, según datos del director de Fundaredes, Javier Tarazona. El conflicto ha tomado relevancia por la aparente presencia de dos disidentes de las FARC, que han sido protegidos por el régimen chavista, y que pretenden tomar el control de La Victoria, una localidad del estado Apure. Pero en su intento, se han encontrado con otro sector que lideran guerrilleros de las FARC que tomaron hace mucho tiempo el control de la zona.