Gloria Steinem, Princesa de Comunicación
La periodista y escritora estadounidense Gloria Steinem, un icono del feminismo moderno por su lucha en favor de la igualdad, ha obtenido el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades como reconocimiento a una trayectoria marcada por la independencia y el rigor con la que ha sido motor de una de las grandes revoluciones contemporáneas.
El jurado del galardón, al que optaban 36 candidaturas, ha considerado a Steinem una referencia icónica esencial del movimiento por los derechos de la mujer durante seis décadas en las que ha mostrado su sólido e inagotable compromiso con el feminismo, su ponderación y su voluntad de incluir todas las voces para impulsar la igualdad como uno de los valores fundamentales de la humanidad.
Nacida en 1934 en Toledo (Ohio), los traslados de su familia por Estados Unidos le impidieron acudir con regularidad al colegio hasta los once años y, tras la separación de sus padres, tuvo que cuidar desde muy joven de su madre, que sufría una grave enfermedad mental, y estudió Gobierno en la universidad Smith College, una carrera poco habitual entre las mujeres.
Después de someterse a un aborto de forma ilegal tras su etapa universitaria, Steinem trabajó como directora de la Independent Research Service, organización financiada por la CIA, pero pronto se volcó en el periodismo desde revistas como «Esquire» o «Huntington Hartford’s Show», un periodo en el que llegó a infiltrarse en el Playboy Club de Nueva York para trabajar como «conejita» y destapar así las condiciones en las que vivían esas mujeres.
Miembro del equipo fundacional de «New York Magazine», en 1968 fue fundadora en los años setenta junto con Dorothy Pitman Hughes de la primera revista feminista «Ms» y se convirtió en 1972 en la primera mujer en dar un discurso en el Club Nacional de Prensa, en el que criticó la composición de las redacciones.
Autora de la sátira «Si los hombres pudieran menstruar» publicada en 1978 en «Cosmopolitan», ha publicado ensayos como «Actos escandalosos y rebeliones cotidianas» y una biografía titulada «Marilyn: Norma Jean» con la que intentó desmontar el mito de la «ambición rubia» del cine.
Steinem sufrió un cáncer de mama en los años ochenta y ha mantenido vivo su activismo en el ámbito feminista y también en la política al mostrar su apoyo Hillary Clinton en su frustrada campaña por la Presidencia de Estados Unidos en 2016, un año después de publicar su autobiogafía, «Mi vida en la carretera», llevada al cine cinco años después en «The Glorias».
Aunque contraria al matrimonio, se casó el 3 de septiembre de 2000, a los 66 años, con el activista David Bale, que falleció tres años después, y en 2020 firmó la carta contra la intolerancia y la censura publicada en julio en la revista «Harper’s» en la que 150 intelectuales y artistas expresaron su preocupación por la «intolerancia hacia las perspectivas opuestas, la moda de la humillación pública y el ostracismo» que a su juicio habían ganado fuerza en EE. UU.
En 2013, el entonces presidente Barack Obama le entregó la Medalla Presidencial de la Libertad y cuatro años después la Universidad Rutgers creó la Gloria Steinem Endowed Chair in Media, Culture and Feminist Studies como reconocimiento para la periodista para la que el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, proclamó el 31 de marzo de 2019 como Día de Gloria Steinem.
El jurado que ha concedido el galardón, que se ha reunido de forma telemática, ha estado presidido por el ex director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, y la candidatura premiada había sido propuesta por la catedrática y coordinadora del Grupo de Investigación TransLIT de la Universidad de Oviedo, Socorro Suárez Lafuente.
El Premio de Comunicación y Humanidades recayó el pasado año de manera conjunta en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México) y el Hay Festival of Literature & Arts tras haberse concedido en ediciones anteriores, entre otros, al Museo del Prado, Les Luthiers, James Nachtwey, Emilio Lledó, Joaquín Salvador Lavado «Quino», Annie Leibovitz o The Royal Society.
El galardón es el segundo en fallarse de los ocho premios que convoca anualmente la Fundación Princesa de Asturias, dotados con la reproducción de una estatuilla diseñada por Joan Miró y 50.000 euros en metálico, después de que la semana pasada se distinguiera con el de las Artes a la serbia Marina Abramovic, considerada el máximo exponente de la «performance».