Las grandes tecnológicas pisan el freno

Primero fueron las pequeñas start-ups. Sin acceso al dinero de las grandes firmas de capital riesgo, muchas empresas de Silicon Valley han tenido que despedirse de sus planes de expansión y frenar la contratación de nuevos ingenieros. Ahora, con el miedo a un recesión muy presente en Silicon Valley, llega el turno de las grandes tecnológicas, que hasta hace poco se consideraban a salvo por sus grandes reservas de capital.

 

Google ha pedido a sus ejecutivos y jefes de departamento que paren cualquier contratación durante, al menos, las próximas dos semanas. En un correo electrónico interno dirigido a ellos, Prabhakar Raghavan, vicepresidente de la compañía, pide que se utilice este tiempo «para revisar nuestras necesidades de personal y realinearlas para los próximos tres meses». La decisión afecta incluso a ofertas de trabajo que ya se habían hecho formalmente a los posibles candidatos.

 

La noticia llega sólo unos días después de que Sundar Pichai, presidente ejecutivo de Alphabet -la empresa matriz de Google- pidiese a sus trabajadores «estar más hambrientos» y funcionar con una mentalidad «más emprendedora» para compensar el frenazo en la contratación de nuevos empleados que planea para el resto del año.

 

Aunque Pichai, a diferencia de Raghavan, no habló de parar por completo las nuevas contrataciones, sí reconoció que el el clima de incertidumbre con respecto a la economía obligará a reconsiderar los planes de crecimiento en lo que queda de 2022. «A Google también le afecta cuando los vientos económicos soplan en contra», resumió.

 

La noticia es un jarro de agua fría para el sector de la tecnología, en el que Google parece rodeada a menudo de un aura de infalibilidad. Para hacerse una idea de lo que supone este freno a la contratación basta con señalar que en el segundo trimestre del año la empresa ha contratado más de 10.000 nuevos trabajadores y que la cifra no es atípica.

 

Alphabet presentará los resultados financieros del segundo trimestre la próxima semana, y es probable que Pichai ofrezca una visión más clara sobre la perspectiva del mercado y cuál será la política de ahora en adelante, pero todo indica que a Silicon Valley han llegado la hora de las vacas flacas.

 

A pocos kilómetros de la sede de Google, Mark Zuckerberg ha decidido seguir también una estrategia similar en Meta, la empresa antes conocida como Facebook.

 

Cuando el año pasado anunció el nuevo enfoque de la compañía hacia el llamado metaverso (entornos de realidad virtual donde transcurrirán en el futuro parte de nuestras vidas laborales y personales), Zuckerberg planeaba contratar más de 10.000 ingenieros para construir los diferentes elementos necesarios para hacerlo realidad. Ahora, la cifra está en torno a 6.000 y Zuckerberg ha reconocido que en los últimos años la empresa ha crecido más de lo necesario en ciertas áreas, así que habrá reestructuraciones a lo largo y ancho del organigrama, aunque de momento no despidos masivos.

 

Algunos ejecutivos en Meta han empezado han recibido instrucciones de no contratar nuevos ingenieros ni solicitar transferencias internas para ciertos departamentos, como los equipos de monetización, juegos y el servicio de citas Facebook Dating, que no parece haber logrado convertirse en un rival serio para Tinder, como estaba planeado.

 

Más al norte, en Seattle, Microsoft ha decidido seguir el mismo camino. Esta semana ha comenzado a eliminar muchas de las vacantes que tenía disponibles y despedido al 1% de sus trabajadores como parte de una reestructuración. El pasado mes de mayo advirtió a los equipos de Windows, Office y Teams (su plataforma de videoconferencia), que la contratación de nuevos empleados tendría que frenarse de forma significativa en 2022.

 

La única gran tecnológica que por el momento no parece haber reaccionado al clima de incertidumbre es Apple, pero todo apunta a que lo hará el próximo año. Según la agencia Bloomberg, Apple planea ralentizar la contratación y el gasto el próximo año en algunas divisiones para hacer frente a una posible recesión económica.

 

No es, de momento, una política pensada para todos los departamentos de la empresa, pero la situación podría cambiar si el impacto de la recesión se nota en la cuenta de resultados. Al igual que Google, Apple presentará los resultados financieros del segundo trimestre -en el que ha tenido que hacer frente a la inflación, el aumento del dólar y el cierre temporal de algunas fábricas en China por la epidemia- la próxima semana.

Enlace a la fuente original