Google sigue sufriendo la presión de Rusia y sus aliados. Las autoridades de la República Popular de Donetsk (RPD), controlada por prorrusos en el este de Ucrania, han informado este viernes de que han tomado la decisión de bloquear el acceso al motor de búsqueda en el territorio que controlan. Denis Pushilin, jefe de la autoproclamada república, ha señalado que la decisión ha sido tomada dado que Google «promueve el terrorismo y la violencia contra los rusos y, especialmente, la población del Donbás».
«Creo que esta situación no se debe aguantar más. Hemos decidido bloquear Google en el territorio de la RPD», ha señalado en su canal de la aplicación de mensajería Telegram. «Hoy, Occidente y Ucrania están ejerciendo una presión sin precedentes sobre Rusia y suponen una amenaza psicológica y física», ha afirmado Pushilin.
La idea de los países favorables a Ucrania, según ha explicado, es «intimidar a los habitantes de la RPD»: «Estamos seguros de que tendremos éxito porque es imposible acabar con el espíritu ruso. También es imposible quedarse impasible ante esta situación».
«La propaganda inhumana de Ucrania y Occidente ha sobrepasado todas las líneas. Existe una persecución real a los rusos, una imposición de mentiras y desinformación. Al frente de esto se encuentra Google como motor de búsqueda, que sigue las órdenes del Gobierno estadounidense y promueve el terrorismo y la violencia contra los rusos», sostiene el líder prorruso.
Pushilin ha puntualizado que esta restricción podrá levantarse si Google «deja de aplicar sus políticas criminales y vuelve al cauce de la ley, la moral y el sentido común». ABC se ha puesto en contacto con la tecnológica estadounidense para consultar la posición de la empresa respecto al bloqueo. Por el momento no ha tenido respuesta.
A lo largo de la guerra, Moscú ha tomado medidas para bloquear el acceso a la mayoría de grandes redes sociales occidentales desde dentro de territorio ruso, como ha sido el caso con Facebook, Instagram o Twitter. Otras herramientas, como TikTok o Spotify han tomado la decisión de limitar sus servicios de forma voluntaria.
Google, hasta el momento, se ha librado de la quema. En buena medida, gracias a su enorme implantación en el país y a que YouTube es una de las plataformas sociales favoritas de los rusos. El Kremlin, no obstante, ha intentado presionar al buscador para que se pliegue a sus demandas en lo que se refiere a retirada de contenido relacionado con el conflicto con sucesivas multas millonarias. La más reciente fue esta misma semana y alcanzó los 360 millones de dólares.