Decálogo de las Asociaciones de la Prensa andaluzas contra el «pseudoperiodismo» No es moneda de uso común que en este país se pongan de acuerdo un colectivo, ya sea para las grandes causas o nimiedades. Pero hemos encontrado una raya en el agua, las asociaciones de la prensa de Andalucía. Desde Huelva hasta Almería, pasando por Málaga y Sevilla, y así todas las que pisan territorio andaluz. Proponen una ser de medidas urgentes para dignificar e impulsar el periodismo ante fenómeno como las fake news y los ‘pseudomedios / pseudoperiodismo». Estas son las medidas más destacadas: Un periodista no puede generar ni difundir mentiras ni bulos ni desinformar. No rotundo a los intentos de gobiernos y partidos políticos de legislar el periodismo. No podrán acceder a ayudas, subvenciones o publicidad institucional aquellos medios de comunicación y periodistas condenados por mentir o difamar; por no cumplir los códigos deontológicos de la profesión y/o por no respetar e incumplir los derechos laborales y económicos de los trabajadores. Urge una asignatura de alfabetización mediática en todos los tramos del sistema educativo (infantil, primaria, secundaria, bachillerato y universidad). Las administraciones y empresas públicas deberán declarar públicamente a qué medios de comunicación y periodistas dan dinero, cuánto y porqué, y los medios deberán hacerlo sobre el dinero recibido y de quién. Las administraciones públicas han de articular herramientas de control para que la Inteligencia Artificial no se emplee para destruir o precarizar los puestos de trabajo de periodistas. Retirada de la Ley Mordaza, que en algunos de sus apartados atenta contra el libre trabajo de los periodistas y contra la libertad de prensa, y que reduce derechos de la ciudadanía. Todos los representantes públicos, sea cual sea su ámbito, deben asumir el compromiso de no convocar nunca comparecencias públicas sin preguntas ni repreguntas. Es fundamental garantizar el secreto profesional. Entendiendo como la capacidad de los periodistas para recopilar, verificar y analizar información, sobre todo aquella de carácter sensible. Urge que todas las administraciones públicas incluyan en sus Relaciones de Puestos de Trabajo (RPT) la categoría laboral de Periodista o de Técnico en Comunicación. Además una petición final, para una «verdadera regeneración democrática, y aunque parezca utópico, todos los poderes políticos deberían dotarse de un Código Ético, al igual que lo tenemos en el periodismo, por el que se comprometiesen a no elaborar y difundir mentiras, bulos y desinformaciones y a defender la veracidad. Enlace a la fuente original
Decálogo de las Asociaciones de la Prensa andaluzas contra el «pseudoperiodismo» No es moneda de uso común que en este país se pongan de acuerdo un colectivo, ya sea para las grandes causas o nimiedades. Pero hemos encontrado una raya en el agua, las asociaciones de la prensa de Andalucía. Desde Huelva hasta Almería, pasando por Málaga y Sevilla, y así todas las que pisan territorio andaluz. Proponen una ser de medidas urgentes para dignificar e impulsar el periodismo ante fenómeno como las fake news y los ‘pseudomedios / pseudoperiodismo». Estas son las medidas más destacadas: Un periodista no puede generar ni difundir mentiras ni bulos ni desinformar. No rotundo a los intentos de gobiernos y partidos políticos de legislar el periodismo. No podrán acceder a ayudas, subvenciones o publicidad institucional aquellos medios de comunicación y periodistas condenados por mentir o difamar; por no cumplir los códigos deontológicos de la profesión y/o por no respetar e incumplir los derechos laborales y económicos de los trabajadores. Urge una asignatura de alfabetización mediática en todos los tramos del sistema educativo (infantil, primaria, secundaria, bachillerato y universidad). Las administraciones y empresas públicas deberán declarar públicamente a qué medios de comunicación y periodistas dan dinero, cuánto y porqué, y los medios deberán hacerlo sobre el dinero recibido y de quién. Las administraciones públicas han de articular herramientas de control para que la Inteligencia Artificial no se emplee para destruir o precarizar los puestos de trabajo de periodistas. Retirada de la Ley Mordaza, que en algunos de sus apartados atenta contra el libre trabajo de los periodistas y contra la libertad de prensa, y que reduce derechos de la ciudadanía. Todos los representantes públicos, sea cual sea su ámbito, deben asumir el compromiso de no convocar nunca comparecencias públicas sin preguntas ni repreguntas. Es fundamental garantizar el secreto profesional. Entendiendo como la capacidad de los periodistas para recopilar, verificar y analizar información, sobre todo aquella de carácter sensible. Urge que todas las administraciones públicas incluyan en sus Relaciones de Puestos de Trabajo (RPT) la categoría laboral de Periodista o de Técnico en Comunicación. Además una petición final, para una «verdadera regeneración democrática, y aunque parezca utópico, todos los poderes políticos deberían dotarse de un Código Ético, al igual que lo tenemos en el periodismo, por el que se comprometiesen a no elaborar y difundir mentiras, bulos y desinformaciones y a defender la veracidad. Enlace a la fuente original