El FBI accede a WhatsApp, Telegram y otros

Un documento para la formación de agentes del FBI ha permitido desvelar que las fuerzas del orden de los Estados Unidos tienen acceso, aunque sea limitado, a los mensajes cifrados de algunas de las principales aplicaciones de mensajería, como WhatsApp, iMessage y Line. 

Dicho documento, con fecha del 7 de enero de este año, constituye un perfecto resumen de cuánta información es capaz de extraer el FBI de cada una de las plataformas analizadas.

 

Así, vemos cómo las autoridades estadounidenses pueden acceder a numerosa información de servicios que se jactan de proporcionar una alta privacidad a sus usuarios, mientras que la clase de información que pueden extraer de Telegram, Signal, Viber o WeChat resulta mucho más limitada.

 

Las dos plataformas de mensajería que más información comparten con el FBI, WhatsApp (Facebook) e iMessage (Apple), suman 3.300 millones de usuarios en todo el mundo

Esto ha podido saberse gracias a una solicitud amparada en la Ley de Libertad de Información que la entidad estadounidense sin ánimo de lucro Property of the People —dedicada a promocionar la transparencia gubernamental— realizó a las autoridades para conocer cómo se capacita a los agentes sobre los procedimientos a seguir en caso de que necesitasen acceder a esta clase de datos encriptados. 

En el caso de WhatsApp, aunque el contenido completo de los mensajes nunca llega a facilitarse a los agentes, la compañía propietaria (Facebook/Meta) sí proporciona casi en tiempo real datos sobre el usuario y sus actividades a través de metadatos, así como sobre sus contactos y su registro de comunicaciones.

 

El documento destaca específicamente que ese acceso casi en tiempo real (realmente, cada 15 minutos) a los datos del usuario es una particularidad de este servicio, que no proporciona ninguna otra plataforma de mensajería:

 

«Que WhatsApp esté ofreciendo toda esta información resulta devastador para un periodista que se comunica con fuentes confidenciales», afirma Daniel Kahn Gillmore, de la Unión Americana de Libertades Civiles, a la revista Rolling Stone.

 

Apple, por su parte, pese a haber protagonizado en el pasado encontronazos judiciales con el FBI a cuenta de la defensa de la privacidad de sus usuarios, también proporciona información básica de sus usuarios y el registro de los últimos 25 días de actividad en iMessage. Un acceso que puede ampliarse, en el caso de que medie una orden judicial, para incluir el acceso completo a los mensajes enviados y recibidos que permanezcan almacenados en iCloud.

 

Ambas apps se muestran en el documento del FBI como las más permisivas ante las demandas del FBI: en el otro extremo tenemos casos como la plataforma Signal, que sólo proporciona datos como la fecha y la hora en que el usuario se registra y se conecta.

 

Por su parte, Telegram —como ya advierte en su política de privacidad— puede desvelar la IP y el número de teléfono de un usuario si éste está siendo investigado por delitos de terrorismo (algo que, según indica el mismo documento, «hasta ahora, esto nunca ha sucedido»).