El periodismo registra su cifra de paro más baja desde 2008 El periodismo registra su cifra de paro más baja desde 2008. Así se recoge en el Informe de la Profesión Periodística 2022, que edita la Asociación de la Prensa de Madrid (APM). Y es que después de una recuperación del empleo periodístico en 2021, tras las consecuencias de la pandemia, 2022 vuelve a ofrecer una muy buena noticia respecto a los datos del paro de los periodistas. El desempleo entre los profesionales del sector desciende un 17% y se sitúa en el nivel más bajo «desde que se inició la profunda crisis económica con el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008”, ha informado Luis Palacio, director del Informe. Sin embargo, “estamos hablando de paro registrado; es decir, de aquellos profesionales que han estado dados de alta en un trabajo anterior y solicitan uno nuevo; no incluye, pues, a los graduados recientes que no han tenido una oportunidad laboral, ni a los profesionales que buscan empleo por otros medios”, ha subrayado el director del informe. Por ejemplo, según ha añadido Palacio, atendiendo al dato de demandantes de empleo, donde sí pueden tener cabida los graduados recientes, se observa que el número es sensiblemente mayor: 8.700 frente a 6.000 parados. Un año más, lo que no mejora son las condiciones laborales de los periodistas y comunicadores, que, para empezar, siguen resaltando los largos horarios de trabajo. El 61% y el 47% de los periodistas contratados y autónomos trabajan más de 40 horas a la semana (el 55% y 47%, respectivamente, en el caso de los comunicadores). En cuanto a los principales problemas de la profesión, se sitúa en primer lugar la mala retribución, muy seguido del paro y la precariedad. En tercer lugar, se cuela también uno de carácter netamente profesional como es la falta de independencia política y económica de los medios. Para Luis Palacio, las dificultades para cumplir con sus obligaciones profesionales alcanzan su verdadera dimensión cuando «más de tres cuartas partes de los periodistas contratados y autónomos confiesan que, en distintos grados, han recibido presiones para modificar elementos significativos y relevantes de sus informaciones». «Y en torno al 10% las recibe de forma habitual», ha añadido. «Igual o más importante que esto resulta el hecho de que más de la mitad de las veces quienes ejercen esas presiones son los directivos de medio, quienes, a priori, deberían ser los primeros interesados en defender su independencia”, ha comentado. En cuanto a los departamentos de comunicación de empresas e instituciones, según los datos del Informe, en torno a un 70% de los encuestados reconoce que en su trabajo hay que presionar a los periodistas y el 15% manifiesta que tiene que hacerlo con frecuencia. Por primera vez, se ha preguntado si dichas presiones generan a los profesionales problemas éticos, algo que, afirman, les sucede al 43% de los periodistas y al 24% de quienes trabajan en comunicación. A pesar de estos problemas, la independencia de los periodistas ganó unas décimas, pero aún se sitúa por debajo del 5. Concretamente, en el 4,7. Sin embargo, la sociedad española puntúa con un ligero aprobado, un 5,2, la confianza que le merece la información que recibe de los medios y que elaboran los periodistas. También sube el porcentaje de profesionales que considera que la imagen del periodismo es mala, que ha pasado del 76 al 82%. Las causas son ampliamente compartidas: el sensacionalismo, la falta de rigor y de calidad de la información, los intereses económicos o políticos de los medios o, dicho de otra forma, la falta de independencia y de objetividad. Para la elaboración del Informe de 2022, se ha preguntado por primera vez sobre quién recaería la responsabilidad de la mejora de esa imagen. La mitad de los encuestados -más de la mitad en los tramos más jóvenes- señaló a las empresas periodísticas, por delante de las asociaciones profesionales o de quienes consideran que esa imagen solo se mejora con el trabajo. Todos los años, el Informe de la APM suele incorporar novedades relacionadas con la profesión. Es esta ocasión, el estudio aborda con profundidad la salud de los periodistas y la cobertura de la guerra en Ucrania. En relación con los problemas relacionados con la salud, la percepción de los profesionales del periodismo es que «existen y que, además, revisten cierta gravedad: en torno al 70% de los periodistas y comunicadores consideran que el estado de salud mental de sus colectivos es un problema y entre el 24% y el 35% manifiestan que ellos en concreto tienen un problema al respecto grave o algo grave». Asimismo, más de la mitad de los profesionales que han respondido a la encuesta admite que «sufre con cierta intensidad algunos de los síntomas tradicionalmente considerados dentro de la salud mental: estrés, fatiga, trastornos del sueño o ansiedad». Respecto al origen del problema de salud mental de periodistas y comunicadores, para los primeros debe buscarse en las condiciones generadas por la precariedad laboral, mientras que, para los comunicadores contratados se derivan, sobre todo, de los problemas inherentes a su actividad. En cuanto a la cobertura de la guerra en Ucrania, segunda gran novedad del Informe 2022, existe una división de opiniones entre los profesionales a la hora de valorar si se está realizando una cobertura correcta del conflicto. Para el 54%, sí, para el 46%, no. Igualmente críticas resultan las opiniones de los periodistas, cuando consideran que los recursos puestos por los medios para informar sobre el conflicto fueron insuficientes. Esta posición crítica contrasta con la del 60% de los españoles que declararon en la Encuesta de Impacto del Periodismo que se estaba haciendo una buena cobertura. La tabla del reparto de los periodistas por categorías y sexos que se recoge en el Informe muestra un año más que en los niveles de redacción hombres y mujeres están equiparados, pero a medida que se asciende a los puestos de mayor responsabilidad, la presencia de las segundas disminuye drásticamente. En cuanto a la contratación en medios de comunicación, sigue aumentando dicho dato y las mujeres ya representa el 52%, cifra que cada año se va acercando más a la de graduados en Periodismo, donde las mujeres representan el 60%, por el 40% de los hombres. Además, este año, el estudio incluye una tabla del sexo de quienes ocupan el puesto de mayor responsabilidad editorial de los 100 medios más relevantes de nuestro país: solo 23 tienen directoras. Otro dato que corrobora un año más el Informe es que los estudios de Periodismo siguen siendo atractivos para los jóvenes españoles, como demuestra en el hecho de que en torno a 22.000 y 23.000 estudiantes se matriculen en los distintos niveles del grado año tras año. «A ellos habría que añadir entre 3.000 y 4.000 alumnos matriculados en los másteres«, ha agregado Palacio. Igual de persistente que es el elevado nivel de matriculados, lo es la opinión de la falta de adecuación de los planes de estudio a las necesidades profesionales. «El 74% de los encuestados así lo considera y los porcentajes son aún mayores entre los más jóvenes», informó el director del Informe, quien añadió que para buena parte de los profesionales -el 62%- la posibilidad de estudiar Periodismo «habría que adecuarla a la demanda potencial de profesionales, es decir al mercado de trabajo«. Enlace a la fuente original
El periodismo registra su cifra de paro más baja desde 2008. Así se recoge en el Informe de la Profesión Periodística 2022, que edita la Asociación de la Prensa de Madrid (APM). Y es que después de una recuperación del empleo periodístico en 2021, tras las consecuencias de la pandemia, 2022 vuelve a ofrecer una muy buena noticia respecto a los datos del paro de los periodistas. El desempleo entre los profesionales del sector desciende un 17% y se sitúa en el nivel más bajo «desde que se inició la profunda crisis económica con el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008”, ha informado Luis Palacio, director del Informe. Sin embargo, “estamos hablando de paro registrado; es decir, de aquellos profesionales que han estado dados de alta en un trabajo anterior y solicitan uno nuevo; no incluye, pues, a los graduados recientes que no han tenido una oportunidad laboral, ni a los profesionales que buscan empleo por otros medios”, ha subrayado el director del informe. Por ejemplo, según ha añadido Palacio, atendiendo al dato de demandantes de empleo, donde sí pueden tener cabida los graduados recientes, se observa que el número es sensiblemente mayor: 8.700 frente a 6.000 parados. Un año más, lo que no mejora son las condiciones laborales de los periodistas y comunicadores, que, para empezar, siguen resaltando los largos horarios de trabajo. El 61% y el 47% de los periodistas contratados y autónomos trabajan más de 40 horas a la semana (el 55% y 47%, respectivamente, en el caso de los comunicadores). En cuanto a los principales problemas de la profesión, se sitúa en primer lugar la mala retribución, muy seguido del paro y la precariedad. En tercer lugar, se cuela también uno de carácter netamente profesional como es la falta de independencia política y económica de los medios. Para Luis Palacio, las dificultades para cumplir con sus obligaciones profesionales alcanzan su verdadera dimensión cuando «más de tres cuartas partes de los periodistas contratados y autónomos confiesan que, en distintos grados, han recibido presiones para modificar elementos significativos y relevantes de sus informaciones». «Y en torno al 10% las recibe de forma habitual», ha añadido. «Igual o más importante que esto resulta el hecho de que más de la mitad de las veces quienes ejercen esas presiones son los directivos de medio, quienes, a priori, deberían ser los primeros interesados en defender su independencia”, ha comentado. En cuanto a los departamentos de comunicación de empresas e instituciones, según los datos del Informe, en torno a un 70% de los encuestados reconoce que en su trabajo hay que presionar a los periodistas y el 15% manifiesta que tiene que hacerlo con frecuencia. Por primera vez, se ha preguntado si dichas presiones generan a los profesionales problemas éticos, algo que, afirman, les sucede al 43% de los periodistas y al 24% de quienes trabajan en comunicación. A pesar de estos problemas, la independencia de los periodistas ganó unas décimas, pero aún se sitúa por debajo del 5. Concretamente, en el 4,7. Sin embargo, la sociedad española puntúa con un ligero aprobado, un 5,2, la confianza que le merece la información que recibe de los medios y que elaboran los periodistas. También sube el porcentaje de profesionales que considera que la imagen del periodismo es mala, que ha pasado del 76 al 82%. Las causas son ampliamente compartidas: el sensacionalismo, la falta de rigor y de calidad de la información, los intereses económicos o políticos de los medios o, dicho de otra forma, la falta de independencia y de objetividad. Para la elaboración del Informe de 2022, se ha preguntado por primera vez sobre quién recaería la responsabilidad de la mejora de esa imagen. La mitad de los encuestados -más de la mitad en los tramos más jóvenes- señaló a las empresas periodísticas, por delante de las asociaciones profesionales o de quienes consideran que esa imagen solo se mejora con el trabajo. Todos los años, el Informe de la APM suele incorporar novedades relacionadas con la profesión. Es esta ocasión, el estudio aborda con profundidad la salud de los periodistas y la cobertura de la guerra en Ucrania. En relación con los problemas relacionados con la salud, la percepción de los profesionales del periodismo es que «existen y que, además, revisten cierta gravedad: en torno al 70% de los periodistas y comunicadores consideran que el estado de salud mental de sus colectivos es un problema y entre el 24% y el 35% manifiestan que ellos en concreto tienen un problema al respecto grave o algo grave». Asimismo, más de la mitad de los profesionales que han respondido a la encuesta admite que «sufre con cierta intensidad algunos de los síntomas tradicionalmente considerados dentro de la salud mental: estrés, fatiga, trastornos del sueño o ansiedad». Respecto al origen del problema de salud mental de periodistas y comunicadores, para los primeros debe buscarse en las condiciones generadas por la precariedad laboral, mientras que, para los comunicadores contratados se derivan, sobre todo, de los problemas inherentes a su actividad. En cuanto a la cobertura de la guerra en Ucrania, segunda gran novedad del Informe 2022, existe una división de opiniones entre los profesionales a la hora de valorar si se está realizando una cobertura correcta del conflicto. Para el 54%, sí, para el 46%, no. Igualmente críticas resultan las opiniones de los periodistas, cuando consideran que los recursos puestos por los medios para informar sobre el conflicto fueron insuficientes. Esta posición crítica contrasta con la del 60% de los españoles que declararon en la Encuesta de Impacto del Periodismo que se estaba haciendo una buena cobertura. La tabla del reparto de los periodistas por categorías y sexos que se recoge en el Informe muestra un año más que en los niveles de redacción hombres y mujeres están equiparados, pero a medida que se asciende a los puestos de mayor responsabilidad, la presencia de las segundas disminuye drásticamente. En cuanto a la contratación en medios de comunicación, sigue aumentando dicho dato y las mujeres ya representa el 52%, cifra que cada año se va acercando más a la de graduados en Periodismo, donde las mujeres representan el 60%, por el 40% de los hombres. Además, este año, el estudio incluye una tabla del sexo de quienes ocupan el puesto de mayor responsabilidad editorial de los 100 medios más relevantes de nuestro país: solo 23 tienen directoras. Otro dato que corrobora un año más el Informe es que los estudios de Periodismo siguen siendo atractivos para los jóvenes españoles, como demuestra en el hecho de que en torno a 22.000 y 23.000 estudiantes se matriculen en los distintos niveles del grado año tras año. «A ellos habría que añadir entre 3.000 y 4.000 alumnos matriculados en los másteres«, ha agregado Palacio. Igual de persistente que es el elevado nivel de matriculados, lo es la opinión de la falta de adecuación de los planes de estudio a las necesidades profesionales. «El 74% de los encuestados así lo considera y los porcentajes son aún mayores entre los más jóvenes», informó el director del Informe, quien añadió que para buena parte de los profesionales -el 62%- la posibilidad de estudiar Periodismo «habría que adecuarla a la demanda potencial de profesionales, es decir al mercado de trabajo«. Enlace a la fuente original