LinkedIn dispara el consumo y la creación de vídeos entre sus usuarios
La apuesta de LinkedIn por ser una plataforma con mayor peso audiovisual está resultando exitosa. Al menos eso es lo que se deduce de las nuevas cifras facilitadas por la compañía a Digiday, que reflejan un incremento del 36% en el consumo de vídeo desde el 30 de octubre de 2024 hasta el 29 de enero de 2025.
Gran parte de ese impulso viene de la mano de los contenidos de corta duración, que ya componen la categoría de mayor crecimiento en la red social. Y su contribución explica que la creación de vídeo entre los usuarios de LinkedIn esté creciendo el doble que otros formatos.
Una de las claves de esa tendencia es el incentivo que la plataforma ofrece a través de su programa de editores, que en la actualidad incluye en torno a 500 medios y periodistas.
Las posibilidades que ofrece esa palanca, en términos de información sobre audiencia alcanzada y recursos constantes de mejora, han hecho que la creación semanal de vídeo por parte de sus miembros haya aumentado un 67% en un año.
Todas esas cifras representan una evolución muy positiva desde que LinkedIn decidiera empezar a estimular el consumo de contenidos multimedia en marzo de 2024. Entonces, lanzó en su aplicación móvil un flujo específico de vídeos en su aplicación móvil y a partir de entonces ha registrado un incremento notable en sus métricas clave.
Por un lado, acredita un 34% de mejora en subidas de ese tipo de piezas hasta el cuarto trimestre de su año fiscal 2024 (su matriz Microsoft opera en ejercicios desde el 1 de julio hasta el 30 de junio); y por otro, un 36% más de visualizaciones de vídeo hasta el primer trimestre de su año fiscal 2025.
La red social de contactos profesionales empezó a interesarse por el formato en marzo de 2024 y desde entonces ha disparado sus cifras vinculadas.
Esos números son en gran parte fruto del impulso algorítmico que LinkedIn está ofreciendo a esa clase de contenidos, a los que en apariencia proporciona una vida más larga porque tiende a reflotar publicaciones antiguas por el carácter atemporal de temáticas laborales o de empresa. Esa condición puede ser muy atractiva para anunciantes que deseen vincularse a ese tipo de publicaciones, sabiendo que el impacto puede ser más prolongado en el tiempo que en TikTok, YouTube o las plataformas de Meta.
Si bien el formato ofrece más posibilidades publicitarias en la que de por sí es la red social más cara para anunciarse por sus capacidades de segmentación y el valor de sus usuarios, la tendencia puede ser negativa para los medios. En un contexto de caída de tráfico procedente de búsquedas de Google o de Facebook, la apuesta de LinkedIn como agregador de noticias ha supuesto en los últimos años una de las pocas noticias positivas para el sector.
Ahora queda por ver cómo evoluciona el tráfico que la red social para profesionales envía a las cabeceras, que nunca ha sido muy significativo en cantidad pero sí es cualitativamente relevante.