por Francisco Gallardo Uribe, periodista y vocal de la APC.
Los toros en la Maestranza presentan la faena de promoción más arriesgada y costosa de la historia en busca de nuevos públicos. Mírala.
A partir del próximo viernes 14 de marzo vamos a encontrarnos repetidamente con la historia de un animal muy de aquí, pues antes que en Creta el toro tuvo a Tartessos de legítima cuna y aún resuenan sus bramidos por el campo bravo. Vamos a a contemplar su vida en las redes sociales y en las banderolas, en la prensa y la radio, en las estaciones de trenes y en el metro… Es la mayor campaña puesta en marcha por la empresa que gestiona los toros en la Real Maestranza, el proyecto publicitario de mayor presupuesto. Una faena arriesgada en la que se apuesta seriamente convencidos de atraer así los nuevos stakeholders que requiere una actividad cultural legendaria como es la tauromaquia. Y todo ello en un momento ascendente en el sector como indican las cifras madrileñas: la plaza de Las Ventas ha vendido este año 17.536 abonos, 961 más que en 2024.
En este intento de conectar con una red más amplia de colectivos o segmentos sociales, la campaña no se dirige al público ya convencido, que sabe dónde está la plaza y conoce de la magia del toreo, sino al que lo ignora o lo intuye. Además, ahora el protagonista no es el torero, que ya tuvo su trono, sino el toro bravo en su gloria e inmortalidad. En animación, con estética manga, la campaña narra cómo el hombre está presente hasta el fin en la vida del toro sin olvidar que su destino es la gloria. Los textos que, si se tiene en cuenta el nuevo sector de público al que se quiere llegar igual pecan de barroquismo y excesiva sonoridad -hay división de opiniones- son del periodista Antonio García Barbeito. En cualquier caso la campaña es paso atrevido e innovador, un guiño a la inmensa juventud que viene sin pausa acercándose a la fiesta.
La idea original de tal empeño, y quien ha estado en todos los detalles, ha sido Ramón Valencia Canorea, hijo y heredero del empresario, lidiando en esta ocasión con una terna de profesionales de lujo: el periodista José Enrique Moreno y el publicista Salvador Toscano, directores de las agencias sevillanas Toromedia y Frente a Texto. El uno, director de Comunicación de la Empresa Pagés, entidad que contrata y arriesga; el otro, experimentado profesional que preside la Asociación de Empresarios de la Publicidad. Un cartel que, así como gusta en esta plaza, tenía que ser redondeado por una productora del entorno que conociera el ganado y a su vez dominara la técnica. Porque no era fácil narrar la vida del toro, su gloria y la muerte que le hace inmortal, a través de un proceso creativo de animación que no concluyera en ñoñez y ocultara la crueldad intrínseca de la fascinante ceremonia del toreo. Para cuajar la idea original, y lograr impactar en nuevo públicos con la estética manga, ahí estaba el nazareno Manu Sánchez, con su reciente Medalla de Andalucía al cuello y los expertos de su productora 16 Escalones.
El spot de la campaña es un anime (un estilo de animación de origen japonés), y la publicidad estática serán auténticas viñetas manga que veremos en la prensa y en la radio, en la prensa digital y en Google, en la televisión, en banderolas, en el tranvía y en el metro, en mupis, kioskos y centro comerciales, en gigantes soportes digitales ubicados en La Setas, en Santa Justa y en Atocha, en el aeropuerto… El video, una combinación de dibujo, técnicas 2D y 3D de dos minutos de duración, muestra el nacimiento del toro, la toma de identidad en el herradero, la vida en el campo de quien es el auténtico rey de la dehesa, su paso por la plaza de la Maestranza y su gloria posterior propiciada por la bravura. Una historia emocionante sobre un toro bravo cuyo recuerdo perdura más allá de los 20 minutos de su lidia.